Rubén Batallés

[1]​ A los 17 años entró en contacto con un grupo juvenil llamado “Espartaco” que ensayaba teatro.

Gracias a este grupo tomó contacto con grandes escritores, novelistas, poetas, etc.

Esta experiencia le permitió entrar en contacto con jóvenes de la FJC (Federación Juvenil Comunista) , con quienes compartía charlas políticas en los cafés porteños, miraban películas y demás.

Salimos a la calle por la conmoción que produjo el asesinato del Che, ya con molotov”.

En el año 1967 comenzaron las discusiones en torno a la lucha armada previas al cuarto congreso del PRT donde Rubén Batallés fue elegido delegado y apoyó desde un primer momento la tendencia que defendía Mario Roberto Santucho.

Gracias al ejército aprendí a tirar con FAL, afané la primera granada industrial con carcasa, mecanismo de detonación y trotyl, que tuvo el PRT.

En 1968 Batallés comenzó a trabajar en la fábrica de lápices Sheaffers y se casó con "Tina".

La retirada no estuvo bien planificada y Rubén Batallés fue detenido junto a Sidel Negrin.

La prensa publicó: "Eran cuatro hombres jóvenes y decididos, se movilizaron con gran rapidez pero sin apuro.

[3]​ Rubén Batallés fue muy torturado con picana eléctrica durante varios días sin que pudieran sacarle ningún dato.

Si siempre recuperar la libertad es gratificante, de cualquier manera, fugándote, simulando ante el juez o como, sea, creo que es mayúscula en brazos del pueblo.

En una ocasión, el camión fue secuestrado por la policía y la tarea se siguió realizando en un rastrojero sin berretín, hasta que otro vehículo pudiera ser acondicionado.

Me apresaron en Lomas de Zamora, junto a otro compañero que se llamaba Ricardo Mónaco".

Pasó los siguientes seis años en prisión en la unidad 9 de La Plata, en Sierra Chica y en Rawson.