Formando parte de la división del general Las Heras, cruzó la Cordillera y luchó en Chacabuco.
Chile quedaba libre de realistas (salvo Valdivia y Chiloé).
[2] San Martín lo envió con gran parte del Ejército de los Andes a Mendoza, pero cuando comenzó la revolución federal en San Juan, logró pasar con parte del mismo a Chile.
A mediados de 1822, San Martín renunciaba y abandonaba el Perú.
Fue tomado prisionero y trasladado a La Paz, pero al llegar la noticia de Ayacucho, sus propios carceleros lo liberaron.
Volvió a Buenos Aires y fue nombrado inspector general de Armas.
Se unió al ejército que llevaba la Campaña del Brasil, pero no participó de ésta.
Aldao lo derrotó el 22 de septiembre en Pilar y tomó prisionero a Alvarado.
Pero mientras fusilaba a varios oficiales en venganza por la muerte de su hermano, muerto mientras negociaba la paz, lo dejó en libertad poco más tarde y le dio un pasaporte para que pudiera ir a Salta.
Pero pronto se produjo la captura de Paz en Córdoba y la retirada del general Lamadrid a Tucumán.
[3] Tuvo una gobernación turbulenta, mezclándose en las luchas internas en la provincia de Tucumán.
Su gobierno había sido bastante estéril en realizaciones, aunque pudo crear y organizar algunas escuelas.
No participó en ninguna actividad política después de su última gobernación.