Rufino Nicacci (Deruta, 1911 – 1977) fue un sacerdote franciscano italiano conocido por su trabajo a favor de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, acciones por las que fue reconocido como Justo entre las Naciones en 1976.
[2] En septiembre de 1943, Nicacci era el guardián del convento franciscano de San Damián, en Asís.
Junto al obispo Giuseppe Placido Nicolini y el padre Aldo Brunacci, secretario de la diócesis y presidente del Comité de ayuda a los refugiados, Nicacci proporcionó falsas identidades a los judíos perseguidos de la zona y les dio refugio en monasterios y conventos.
[1][3] Tras la guerra, estableció un pequeño asentamiento para cristianos y judíos desplazados en Montenero,[4] a las afueras de Asís y fue párroco de Deruta.
[5] Yad Vashem lo nombró Justo entre las Naciones en abril de 1974.