Rune nació y creció en Copenhague, la capital danesa.
Cuando tenía 11 años, sus mejores amigos le trajeron un monopatín de Estados Unidos y comenzó a patinar.
Poco a poco fue dejando el fútbol, su gran pasión, para salir todos los días a practicar con su monopatín y mejorar su skate.
La escasa popularidad del deporte en Dinamarca por aquel entonces facilitó la rápida ascensión de Rune al éxito.
Con 18 años consiguió su primer contrato profesional y en 1996 sus patrocinadores le aconsejaron trasladarse a Estados Unidos, concretamente a California, donde encontraría más y mejores rivales y muchas más competiciones de manera habitual.