Específicamente, deriva de la compresión o daño isquémico del tectum mesencefálico, incluyendo los núcleos adyacentes al colículo superior (origen del III par craneal) y el núcleo oculomotor accesorio (núcleo de Edinger-Westphal), causando la disfunción motora ocular.
Clásicamente, este síndrome es observado en tres grupos de pacientes: Otras enfermedades que pueden provocar el síndrome son: hidrocefalia obstructiva, hemorragias del mesencéfalo, malformaciones arterio-venosas cerebrales, traumatismos y toxoplasmosis del SNC.
Los hallazgos oculares del Síndrome de Parinaud mejoran con lentitud al cabo de los meses, especialmente tras la resolución del factor causal; mejoría tras los primeros 3-6 meses es infrecuente.
El tratamiento está dirigido hacia la etiología del síndrome.
La parálisis significativa de la mirada vertical puede ser aliviada con intervenciones quirúrgicas bilaterales del músculo recto inferior.