Fue planteada en 1893 por August Bischler y Bernard Napieralski, en afiliación con la Universidad de Zúrich.
La reacción es principalmente empleada en la síntesis de 3,4-dihidroisoquinolinas, las cuales pueden ser posteriormente oxidadas a isoquinolinas.
Actualmente, se postula que variando las condiciones de reacción puede predominar un mecanismo sobre otro.
El cloruro de fosforilo (POCl3) es ampliamente utilizado y citado para este propósito.
Esta síntesis Implica una deshidratación adicional bajo las mismas condiciones que la reacción de Bischler–Napieralski, dando así una isoquinolina.