Aparte de como furgoneta, también se vendió como capitoné, camioneta y chasis-cabina, para poder adaptar una caja de carga del estilo y con las características que el cliente prefiriese.
Hasta 1954, España no contaba con un fabricante especializado en la producción de vehículos utilitarios.
Unos años más tarde se crearán Citroën Hispania —que fabricará la furgoneta 2CV AZU—, SAVA y Fadisa —esta última fabricará las famosas furgonetas Fadisa Romeo bajo licencia de Alfa Romeo—.
La empresa SAVA, con sede en Valladolid, tras una primera prueba —con éxito limitado— del modelo FADA P-54 de tres ruedas, continuará su actividad con un modelo más refinado, en concreto con el SAVA P-54, y a partir de 1962, comenzará la fabricación de la furgoneta SAVA LDO-5 bajo licencia BMC.
[1] Con el paso de los años fueron realizadas mejoras en el modelo; el cambio exterior más destacado se hizo en 1974, año en que fue rediseñada la parte delantera y se instalaron unos faros rectangulares y una calandra negra.
En un principio, la versión del J4 fabricada por SAVA era igual que la británica, pero con el volante a la izquierda.
Esto incluye detalles como la puerta del conductor corredera y que se abre hacia el interior, un complemento de comodidad en un vehículo de reparto.
Fue diseñado en Oxford para el modelo del que deriva, pero fabricado en España bajo licencia.
En 1968 fue mejorado, manteniendo la cilindrada pero aumentando la potencia hasta los 46 caballos de vapor (34 kW) a 3.800 rpm.
El modelo J4-800 podía alcanzar una velocidad máxima de 104 kilómetros por hora (65 mph).
Para la primera serie el fabricante declaraba una velocidad máxima de 98 kilómetros por hora (61 mph).
En las primeras series era de simple circuito hidráulico, con tambores a las cuatro ruedas.
Las relaciones del cambio de 5 velocidades eran las siguientes: 1ª - 3,667:1; 2ª - 2,100:1; 3ª - 1,361:1; 4ª - 1,000:1; 5ª - 0,913:1; marcha atrás - 3,53:1.