Sacrificios humanos en la antigua península ibérica

Su mención más prolífica proviene de la obra del cronista griego Estrabón, en la que se da a estas ceremonias una finalidad adivinatoria.

[3]​ Los propios cultos de dioses lusitanos y célticos que los sustentaron en Hispania parecen haber sido practicados hasta el 399 d. C., bien entrada la cristianización.

[8]​ Se han hecho notar similitudes entre el rito lusitano y el atribuido a otros pueblos indoeuropeos.

[12]​ Incluso los escitas eurasiáticos, cuyas costumbres describe Heródoto, comportan fuertes similitudes con los lusitanos, ya que también sacrificarían prisioneros a Ares y les amputarían el brazo derecho como ofrenda.

[5]​[12]​ A criterio de Blázquez y otros, la estrecha vinculación entre el druidismo y las monarquías celtas podría ser la razón de que no se desarrollase una casta similar en Hispania, ya que, al no haber estructuras políticas equivalentes, tampoco las habría druídicas.

[5]​ Una inscripción en Queiriz, Beira Alta en la que se lee «ouatius» ha sido tentativamente identificada por Quintela con el término vate (ouate), asociado con los profetas y filósofos galos.

[12]​ También se ha comparado a estos posibles sacerdotes no con los druidas, sino con los arúspices griegos y romanos.

Altar de sacrificios vetón. Castro de Ulaca , Ávila .
Druidas. Ilustración de Neuville , 1883.