Existe un dibujo preparatorio para la composición, que se conserva en el Ashmolean Museum de Oxford.
Se perciben ecos del maestro Perugino en el gusto por los detalles y la simetría de la composición; pero también de Leonardo da Vinci en el delicado sfumato que envuelve a los personajes.
Es una escena agradable y bucólica, aunque no falta la alusión al sacrificio redentor de Cristo en la figura del cordero, símbolo que también aparece en pinturas como Santa Ana, la Virgen y el Niño de Leonardo.
Es una alusión evidente al episodio evangélico de la Huida a Egipto, y en tal caso la pintura habría de interpretarse como un Descanso en la huida a Egipto.
Se explicarían así las formas arquitectónicas un tanto extrañas que se aprecian en el fondo, reflejando de este modo el exotismo de un país extranjero.