En el culto y la religión del Antiguo Egipto, Sah era la manifestación divinal de Orión (constelación).
Sah es descrito como de semblante porcino y era un hombre de piel negra o gris (que seguramente se debe al color del cielo en la noche) que se encontraba en un bote.
También se dijo que era el faraón quien representaba a la estrella Orión, por su nombre griego.
Se le conocía, por ejemplo, como "El guardián del alma de Horus".
También se le citó como "El dios veloz de larga zancada y mirada hacia atrás".