Está considerada una especie distinta de la salamandra común desde principios del siglo XXI.
Su hocico es puntiagudo lo que le da un aspecto característico, y las glándulas parotídeas son conspicuas.
En la cabeza suelen aparecer tres pares de manchas: sobre el párpado, sobre la parótida y en la base del maxilar superior.
[1] Se distinguen dos grupos de población separados, uno occidental más numeroso y otro oriental muy amenazado.
Las poblaciones de salamandra común más cercanas son las pertenecientes a la subespecie S. s. morenica que se encuentran al norte del río Guadalquivir, en Sierra Morena y sierras de Cazorla, Segura y Alcaraz.