Su verdadero nombre era Dorothea Sally Eilers, y nació en Nueva York.
Su madre era judía americana, y su padre era de origen irlandés.
Eilers debutó en el cine a los 18 años de edad en 1927, con el film The Red Mill, dirigido por Roscoe Arbuckle.
Eilers fue una figura popular en el Hollywood de los primeros años treinta, conocida por su alegría y vivacidad.
Sin embargo, al final de la década su popularidad había menguado, y sus actuaciones posteriores fueron escasas.