Asistió a la escuela externa del monasterio de San Galo junto con su hermano, donde los monjes Ison y Notker "el Tartamudo" fueron sus maestros.
En 890 Arnulfo le concedió el obispado de Constanza y nombrado abad del monasterio de San Galo.
[1] De los diferentes monarcas a los que sirvió obtuvo la concesión de diversos privilegios para el monasterio.
Probablemente hizo reconstruir un palacio en su sede episcopal y acuñó denarios en su ceca.
En la primera epístola contiene una gran queja sobre el estado del imperio[2] y la segunda epístola es una elegía sobre la muerte de su hermano.