Su capital era el oppidum de Entremont, en el cruce entre la ruta interior, desde los vados del Durance a los pasos alpino y la vía hacia la costa.
Incluso son mencionados sumándose al rey galo Beloveso en su migración hacia Italia en el siglo VI a. C.[4] Desde mediados del siglo III a. C. se ve una mayor intensidad de influencia celta en el registro arqueológico,[5] y para la época de Estrabón eran considerados una "raza mixta" entre galos y ligures (celtoligures).
Roma, aliada de Marsella, envió al cónsul Quinto Opimio para desactivar la situación.
Este los derrotó y triunfó sobre ellos, abriendo la colonización romana de la zona (Gallia narbonense).
El rey de los saluvios Tutomotulo (o Teutomalius), buscó refugio entre los alóbroges lo que dio a los romanos el pretexto para continuar la guerra en la Galia.