Salvador Novo

[1]​ Su característica principal, como autor, fue su prosa hábil, rápida, así como su picardía al escribir.

En el tercer año de preparatoria conoció a Xavier Villaurrutia, amigo íntimo con quien fundó "Ulises" y fue inspiración para varios poemas.

Ahí también conoció a Jaime Torres Bodet, Director de la institución y los tres entablaban charlas sobre poesía.

"Para traer a los dramaturgos más importantes del momento y montar sus obras en nuestro país, el grupo tenía además que traducir las obras, por lo que el Teatro de Ulises, se convirtió en 'un suceso y un escándalo en su época,' indicó Sergio Téllez-Pon."

Posteriormente, en un terreno de mil metros cuadrados que adquirió en 1950 en Coyoacán mandó construir, con ayuda del arquitecto Alejandro Prieto, el proyecto cultural La Capilla.

[10]​ Analizó la clase alta en su obra La culta dama (1951) y la corrupción de la prensa en A ocho columnas (1956).

Aunque le decía El Patrón a Elías, en realidad Novo fue socio de la agencia y durante dos años su redactor en jefe,[12]​ pues tiempo atrás había resuelto "no depender de una sola fuente, me había dispersado un poco en tareas disímbolas aunque congruentes: don Miguel Ordorica me había llamado para aquellas Últimas Noticias que llevó a la prosperidad; colaboraba en Excélsior, seguía mi sección en el Hoy y, además, don Felipe Mier me había adoptado en la CISA para hacer películas."

[13]​ Comenzaron manejando dos o tres cuentas fuertes que se convirtieron en la base del negocio: Bacardí, la Cervecería Modelo y Espasa Calpe.

José Emilio Pacheco se dio a la tarea de recoger esas colaboraciones y, como homenaje a Madame Calderón de la Barca la serie de tres tomos fue llamada La vida en México e identificada por el periodo presidencial en que los textos fueron escritos: Lázaro Cárdenas del Río, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán.

[19]​[20]​[19]​ En 1968, Pacheco se dio a la tarea de continuar compilando el material del periodo de Adolfo Ruiz Cortines, pero le sugirió a Novo que postergara la publicación porque "la época, es decir los años cincuenta, está demasiado cerca para ser historia y demasiado lejos para ser actual."

[23]​ Sin embargo, se conserva por completo el estudio, teatro "La Capilla" y la fachada de su casa.

En 1941 se mudó a Coyoacán y en 1953 inauguró su teatro La Capilla, muy cerca de la Conchita
Funeral de Salvador Novo, 1974.