Salvador Vázquez Carmona (Tonalá, Jalisco, 23 de diciembre de 1933) es un alfarero mexicano.
[1] Comenzó los trabajos de alfarería con apenas seis años de edad, primero con su madre, y luego en el taller de Jorge Wilmot, donde desarrolló un estilo propio que le llevó a establecer su taller familiar.
[1][2] Vázquez se especializa en la cerámica bruñida, pintada con pigmentos naturales utilizando arcillas blancas, negras y rojas, para la creación de piezas con moldes, produciendo formas diversas (floreros, ollas, grandes “tibores” y platos), con diseños geométricos (soles, flores estilizadas, vegetación, águilas, serpientes y aves).
[1] Además ha recuperado motivos tradicionales como el Santiago Matamoros y los bailarines Tastoanes.
Ha participado en exposiciones en México, y recibido premios como el Galardón Presidencial de 1999 del Premio Nacional de la Cerámica.