Este teléfono sería la "actualización" del original Samsung Galaxy S, con similares características físicas, pero más avanzado en cuanto a prestaciones.
Dispone de una pantalla Super AMOLED táctil capacitivo, con tecnología multi-touch y cristal Gorilla Glass antirayas.
Instalado de fábrica el Android 2.3 Gingerbread con la versión no rooteada.
Este detalle en el procesador lo hace su mayor inconveniente a su vez, la batería del dispositivo es de 1650 mAh, lo que hace que se descargue más rápidamente de lo normal.
La memoria RAM es de 512MB, un poco menos que el Galaxy S Advance (768MB) y la misma que el Galaxy S. "El Smartphone Android más estable y fluido respecto sus competidores."