Ixtepeque significa en este idioma “Cerro de Obsidianas”, pues proviene de Itz (obsidiana o vidrio volcánico) y Tepec (cerro, montaña, localidad).
Su temperamento es cálido y vaporoso en todo tiempo, particularmente en la época de lluvia.
Las pocas familias que quedaron en el pueblo maldito fueron casi completamente destruidas por las epidemias del cólera morbus de 1837 a 1857, que naturalmente fueron atribuidas a la maldición.
La primera municipalidad del nuevo pueblo de San Cayetano Istepeque estuvo constituida así: Eustaquio Amaya, Alcalde; Dionisio Valladares, Primer Regidor; Manuel Granada, Segundo Regidor y Salvador Marroquín, Síndico Municipal.
San Cristóbal era un popular gigantón que antaño podía verse con su barba y su cayado en todas las puertas de las ciudades.
Hoy, que se suele viajar en coche, los automovilistas piadosos llevan una medalla de San Cristóbal junto al volante.
Cristóbal se apostó en un río por donde pasaban incontables viajeros a los que él llevaba hasta la otra orilla.
Dios quiso probar su fortaleza y se le apareció un niño para pedirle el favor de que lo pasara a la otra orilla.