Hace siglos fue concejo autónomo, posteriormente arrabal judío y en la actualidad es un barrio del municipio de Tábara en un continuo urbano totalmente integrado en el mismo.
Dentro del conjunto patrimonial tabarés se encuentra San Lorenzo aporta un antiguo legado judío que queda atestiguado con la conservación de antiguos dinteles que mantienen sus inscripciones y la ermita de San Lorenzo en ruinas pero que conserva su espadaña en milagroso buen estado.
Actualmente se encuentra en ruinas pero mantiene una pared de su antigua estructura original y la espadaña construida en mampostería de piedra del oeste zamorano.
La ermita cayó en abandono y se construyó una iglesia con el mismo nombre pero en otro emplazamiento del barrio.
Además celebra la festividad de San Antón para bendecir a sus animales, una tradición ancestral que reúne a todo el barrio.