[6] Según consta en el acta capitular del 3 de junio de 1844: Pese a que la devoción a San Roque en Orense se remonta al siglo xvi, su culto empezó a adquirir mayor importancia en el siglo xvii, cuando en 1679 se sacó la imagen en procesión y se pidió su intercesión frente a una epidemia de peste que estaba asolando la región,[7] convirtiéndose en «santo protector de la ciudad en tiempos de pestes y males»,[8] aunque ya a principios de siglo se realizaban en la plaza mayor comedias teatrales y corridas de toros en su honor.
[15] Todas estas costumbres están plasmadas en varias actas capitulares de los siglos xvii y xviii: Ya entrado el siglo xx, las fiestas en honor al santo serían noticia a causa de un conflicto surgido en la década de 1960.
Durante la alcaldía de David Ferrer, quien ostentó el cargo de 1963 a 1970, hubo un año en que el obispo Ángel Temiño Sáiz se opuso a que el día de San Roque tuviese lugar un baile en el Jardín del Posío, celebración que ya se venía realizando tradicionalmente por ser ese día una festividad no solo religiosa sino también local; el motivo de esta oposición se debía a que Temiño consideraba dicho baile como de carácter profano a la vez que un peligro para la moral por el hecho de que en el baile se juntaban hombres y mujeres, llegando a sugerir la posposición de la verbena para que la misma no se mezclase con el acto religioso.
[16] La imagen, de bulto redondo y 95 cm de altura,[17]: 280 se encuadra en el estilo manierista, aunque preludia el ya floreciente barroco,[18]: 185 y muestra al santo con el rostro alzado (de gran realismo y nivel de maestría teniendo en cuenta que Moure era entonces un escultor novel),[17]: 280 la mano derecha posada sobre el pecho en un gesto declamatorio y la izquierda apoyada en un bastón.
La figura, caracterizada por la intensidad de su mirada y la penetración psicológica de su rostro, exhibe una marcada pose helicoidal gracias a que la pierna derecha se encuentra adelantada en un notable contrapposto, mostrando una llaga en el muslo.