[5] Los vinos jóvenes de sangiovese tienen aromas a fresas frescas y un sabor un poco picante.
En los vinos de Chianti, Brunello di Montalcino y Vino Nobile di Montepulciano, la sangiovese experimentó un periodo de popularidad a finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX.
Estas variedades están repartidas por diferentes partes de Italia (Apulia, Calabria, Sicilia y Toscana).
[6] La sangiovese se adapta bien a distintos terruños, aunque parece prosperar mejor en suelos con una alta concentración de piedra caliza.
Las zonas vinícolas sonde se produce vino de Chianti sin denominación o genérico son sobre todo arcillosas.
No obstante, en añadas más frescas esto puede dar lugar a que las uvas tengan altos niveles de acidez y un carácter duramente tánico.
[6] Para obtener vinos de mejor calidad, deben controlarse los rendimientos ya que la vid es muy vigorosa y tiene tendencia a la sobreproducción.
En Chianti, los productores más cuidadosos con la calidad limitan sus rendimientos a 1,5 kg de frutos por planta.
[10] Los suelos con baja fertilidad son ideales y ayudan a controlar el vigor de la vid.
[3] La alta acidez, el cuerpo y el color claro de la sangiovese pueden presentar problemas en la vinificación.
Desde finales del siglo XX se ha hecho habitual la mezcla con las uvas de Burdeos, sobre todo la cabernet sauvignon.
No obstante, en algunas DOC o DOCG italianas hay restricciones de otras variedades que se pueden mezclar con sangiovese.
Además, la sangiovese ha demostrado ser una "esponja" que absorbe el sabor a vainilla, y otros, del roble de la barrica.
En esta región se han llegado a elaborar tales ejemplares que fueron incluso hasta homologables con los de la Toscana.
Los productores Cal-Ital buscaban un vino alternativo a los franceses de cabernet sauvignon, merlot y pinot noir.
A comienzos del siglo XXI Italia seguía siendo el principal productor de sangiovese, con 69,790 hectáreas plantadas en el año 2000, sobre todo en Toscana, Emilia-Romaña, Sicilia, Abruzzo y las Marcas.
[3] Desde principios hasta mediados del siglo XX, no se valoraba especialmente al vino de Chianti.
Los lugares ideales para estos viñedos están en las laderas sur y suroeste a altitutdes de entre 150-550 metros.
En general, la sangiovese no madura tan fácilmente en Chianti como lo hace en las regiones de Montalcino y Maremma, más al sur.
A mediados del siglo XX los críticos y los consumidores ansiaban adquirir este monovarietal de sangiovese.
[9] En Romaña, la uva es llamada sangiovese di Romagna y es plantada ampliamente en el este de Bolonia.
Allí es mezclada a menudo con la sciaccarello y está permitida en varias Appellation d'Origine Contrôlée (AOC).
Se pueden encontrar más plantaciones de sangiovese en Israel, Malta, Turquía y Suiza.
En los últimos años se han centrado en mejorar los viñedos y en la selección clonal, así como en dejar más tiempo de desarrollo a las vides para aumentar su calidad.
En la actualidad, los productores están buscando localizaciones que puedan aumentar la calidad de la sangiovese para realizar vinos monovarietales.
La uva no es ampliamente cultivada en Argentina y la que hay se emplea, sobre todo, para la exportación.
[17] Durante muchos años, ese clon (H6V9) importado desde la Universidad de California en Davis fue el único disponible en Australia.
Incluso con un 4 o 5% de cabernet sauvignon se puede cubrir a la sangiovese si su característica afrutada no es alta.
Cuando son jóvenes, los sangiovese toscanos pueden tener cierto sabor a tomate, lo que acentúa su característica herbácea.
También acompaña bien a platos condimentados con albahaca, tomillo y salvia por las notas herbáceas de la uva.