En el momento de iniciar sus funciones, estuvo bajo el mando del Reichsarzt: Ernst-Robert Grawitz.
El cuidado sanitario de los prisioneros para que estos pudieran realizar sus tareas fue secundario.
Por ejemplo, Hermann Voss fue un prominente anatomista en Alemania Oriental; Eugen Wannenmacher fue profesor en la Universidad de Münster (Alemania Occidental) y Otmar Freiherr von Verschuer, quien fuera mentor de Josef Mengele pudo continuar con su profesión.
[3][4][6] Si bien algunos ignoraron el pasado nazi de tales médicos, otros tantos se vieron forzados a utilizar identidades falsas para seguir trabajando.
Algunos de sus experimentos realizados han sido citados en varios medios médicos aunque sin especificar la fuente.