Santa Ana (Entre Ríos)

Posteriormente, las tierras fueron vendidas a particulares, adquiriéndolas sucesivamente Miguel Rohrer (inmigrante Alemán), Pedro Perich (inmigrante austrohúngaro), Juan Cruz Paiz e Higinio Barreto (ambos estancieros) quienes vendieron con pacto de retroventa a Salvador Tido pero conservando la posesión de la tierra, luego Paiz y Barreto venden hacia 1896 Cupertino Otaño, quien era socio de J.C Paiz en otros emprendimientos y apoderado de H. Barreto.

Durante muchos años, Se lo llamó Santa Ana o Barreto a esa zona, denominadosela también posterior al loteo de 1895 “Pueblo Otaño” o Santa Ana.

En 1901 se bendice y entroniza a su patrona santa Ana, tomando así el nombre definitivo el poblado.

Esta obra trajo como consecuencia inmediata una importante modificación en la zona, debido al ensanchamiento y el re encauce del río.

Esto dio origen a la formación del lago artificial “Salto Grande”, y modificó profundamente la jurisdicción de Santa Ana, debido a que miles de hectáreas quedaron bajo el agua.