Hasta principios del siglo XX al lugar se le conocía como Rata del Ducado, nombre que se cambiaría por el de Santa María del Espino (nombre actual).
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar, por entonces con ayuntamiento propio, tenía contabilizada una población de 98 habitantes.
Junto a los pinos destacan las vastas poblaciones de quejigo, roble albar[cita requerida] y carrasca, sin olvidar a algunos ejemplares de sabina albar, sobre todo en las zonas de mayor altitud.
Grandes extensiones de las especias, arriba mencionadas, están surgiendo en el espacio quemado por el citado incendio.
En este pueblo comienza el parque natural del Alto Tajo, el más grande de toda la provincia.