Así, profundizó sus investigaciones sobre el vuelo de las aves, ahora observando a los gallinazos y, eventualmente, a los cóndores (cazó algunas aves para analizar sus formas y sistemas de vuelo); asimismo, había que profundizar sobre la dirección del viento y otros detalles.
Cárdenas se encontraba totalmente aislado de ese incipiente mundo científico-ornitológico.
Cabe resaltar que por este trabajo, Cosme Bueno está entre los precursores de la aerodinámica.
Fue en ese momento que casi ronda la tragedia: muchos de los reunidos fueron a buscarlo y lo amenazaron, incluso de muerte, si no realizaba su publicitado vuelo: “O vuelas o te matamos a pedradas”, le espetaron.
La historia de este pintoresco personaje limeño (o chalaco) fue descrita y rescatada por diferentes escritores.
Luego, a fines del siglo XIX, apareció la obra Viaje al Globo de la Luna, de autor desconocido, en la que se insertan varias notas dedicadas a “Santiago el Volador”.