Ella misma alcanzó a ver la aprobación de su obra, por el papa Pablo VI en 1971.
Se dice que ofreció su vida por la del papa Juan Pablo II.
[3] El proceso informativo en pro de su beatificación fue introducido en 1993.
[1] Sus restos mortales reposan en la capilla de la casa general de las Discípulas del Sagrado Corazón, en Lecce (Italia).
[2] Según el proceso canónico de la Iglesia católica, se espera a un milagro obrado por su intercesión para declararla beata.