Hasta los años cincuenta la colina contó con la participación de los agricultores, pastores y gente local que utilizaban los espacios fuera del Santuario para alojamiento, vivienda y almacenamiento a modo de establos.
La estructura actual del Santuario fechado entre el siglo XI y XII, es la expansión de una pequeña iglesia.
El edificio, hecho de toba y travertino, cuenta con elementos arquitectónicos de gran importancia, tales como, el ábside, el campanario y portada románica.
El exterior del ábside es el que cuenta con más color y la parte más refinada del edificio, decorado a base de ornamentos tallados, arcos, pilastras y una ventana central.
El techo y su armonía de volúmenes dan al Santuario un aspecto agradable e impresionante.