Después que estos fenómenos fuesen declarados milagrosos por el episcopado siciliano, se decidió la erección de un santuario, para preservar y venerar la imagen, conocida desde entonces como Madonna delle Lacrime (en español: Virgen de las Lágrimas).
[1] Se convocó un concurso, que fue ganado en 1957 por los arquitectos franceses Michel Andrault y Pierre Parat.
Las obras se demoraron, en parte por el hallazgo de restos arqueológicos en el subsuelo.
En la cripta se custodió la imagen de la Madonna delle Lacrime hasta la finalizar las obras del templo superior.
En la cripta se guarda también el vial que contiene las lágrimas del milagro de la Virgen.