[1] Aparece citado por primera vez en 1070 cuando Ramon IV del condado de Pallars hizo entrega del lugar a Miró Guerreta.
La iglesia parroquial, abandonada, estaba dedicada a San Lorenzo.
Se encuentra en muy mal estado de conservación y sólo es visible una parte del antiguo ábside.
Los restos del templo están adosados a un edificio que sirve como establo.
Desde la década de 1970 el lugar se ha ido despoblando con rapidez.