Sarah Bianchi

Fueron desalojadas del Cervantes en 1946 luego que el gobierno cerrara dicho teatro, y perdieron gran parte de sus materiales debido a un incendio que no se consideró casual.

Con Mané Bernardo fundó en 1947 el Teatro Libre Argentino de Títeres pero debieron cambiarle el nombre al grupo porque «la palabra “libre” estaba prohibida» por lo que le pusieron «Títeres Mané Bernardo-Sara Bianchi».

Pero hubo otros títulos más inocentes, como El encanto del bosque, Los traviesos diablillos y Una peluca para la luna.

Cuando el público infantil mermaba, realizaban espectáculos para adultos con obras clásicas del teatro español y francés, y en los últimos años, programando obras con diferentes grupos, algunos surgidos de su taller.

[7]​ En el Museo Argentino del Títere se hallan expuestos más de cuatrocientos títeres (y otros resguardados), creados con diferentes técnicas: de varilla, guante (su técnica preferida), dedal y sombra.

También hay otras marionetas, algunas muy antiguas, de Indonesia, China, África y piezas europeas del siglo VIII, adquiridas, donadas u obtenidas por trueque con otros artistas.