Fue construido para albergar los restos de Elena y fue asignado a la madre de Constantino I, como ocurrió con el mausoleo que fue construido para Constantino, según las fuentes antiguas aun cuando debido al estilo y tema militar de la decoración a relieve se haya pensado en otros destinatarios como Constancio Cloro o, más probablemente, el mismo Constantino, que luego habría decidido destinarlo a su madre.
La obra, tallada en la primera mitad del siglo IV, fue fuertemente restaurada por los restauradores italianos Gaspare Sibilla y Giovanni Pierantoni, en el siglo XVIII debido a los daños que sufrió tras un incendio en el siglo XIV, aunque las líneas generales de las escenas, la composición y el estilo general son los originales.
En la cara superior se ven las insignias con dos mangas a los lados y los bustos sobre los lados largos, quizás se trata de personificaciones de los pueblos sometidos.
Además en la parte central, situados en las esquinas superiores: izquierda y derecha hay representados dos bustos, aunque se desconoce su identidad.
En cualquier caso, el uso del pórfido indica que estaba destinado a la familia imperial, tradición empezada por el mismo Constantino.