Desde muy joven demostró sus actitudes artísticas y una privilegiada inteligencia que le permitió ingresar en el Colegio Seminario San Carlos y al aula de Filosofía a cargo del maestro español Ildefonso Bermejo.
Luego se trasladó a Brasil para continuar sus estudios de pintura en 1864.
Se cree que pudo haber ido también a París en esa época.
Además ante la falta de equipos que recepcionaran las señales entre los numerosos destacamentos del ejército a lo largo de la línea telegráfica Saturio Rios supo inventar un aparato telegráfico más sencillo, que no necesitaba emplear papel.
También pintó retratos de Benigno López y el Coronel José María Aguiar.
Posteriormente fue tomado prisionero por los brasileños, fue llevado a Río de Janeiro, donde permaneció algún tiempo y contrajo matrimonio con una distinguida dama carioca.