Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas.
[2] Son también pólipos solitarios, monocéntricos, o con una boca, aunque ocasionalmente pueden tener más, tanto dentro del mismo cáliz, como fuera.
Los dientes de los septa primarios son grandes, regulares y contundentes.
Este género puede encontrarse en diferentes hábitats, pero es más común en arrecifes profundos.
Son hermafroditas y liberan al agua tanto huevos como esperma, para que se fertilicen.
Posteriormente, el pólipo genera un esqueleto, o coralito, y, en ocasiones, se reproduce asexualmente por gemación, dando origen a la colonia coralina.
Este debe instalarse en la parte baja del acuario, con el esqueleto enterrado en arena gruesa hasta la mitad aproximadamente .