Se cree que se deriva de Scotch-face, un término que en inglés fue utilizado originalmente para una tipografía diseñada en 1839 por el fundador tipográfico Samuel Nelson Dickinson de Boston, y emitido para él por Alexander Wilson and Son en Glasgow.
[1] Posteriormente, otras fundiciones tipográficas, incluidas Linotype y Monotype, lanzaron versiones de Scotch Roman a principios del siglo XX.
En general, se derivaron del diseño AD Farmer y compartieron con él una serie de modificaciones, como una t minúscula con la parte superior plana.
No obstante, las letras romanas escocesas tienen una serie de diferencias con los estilos de Bodoni y Didot que a menudo se consideran típicas del género moderno: las serifas, aunque son muy anchas y planas, permanecen entre paréntesis, las aberturas suelen ser estrechas y el tamaño de los trazos tiende a estar algo más modulado.
[5] La tipografía Miller, de Matthew Carter, es un renacimiento moderno del género Scotch Roman.