[1] Una vez en la corte, hizo pleito homenaje al rey Enrique III de Castilla y este lo aceptó como vasallo.
[2][3] El feudo creado en las islas se caracterizó en estos primeros momentos por su relativa independencia de la Corona castellana, estableciéndose los usos y costumbres de Normandía y Francia.
[10] En 1477 los señores de Canarias se ven forzados a ceder a los Reyes Católicos sus derechos sobre las islas aún sin conquistar de Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
[12] No obstante, la fragmentación del señorío había comenzado en 1474 cuando Inés Peraza cedió la isla de El Hierro a su hijo primogénito Pedro García de Herrera.
Posteriormente, haría lo mismo en 1478 con La Gomera en favor de su segundo hijo Hernán Peraza el Joven.