Durante su gobierno, enfrentó los problemas causados por el monopolio de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, el contrabando y la sublevación del zambo Andrés López del Rosario (Andresote).
Andresote, quien contaba con menores fuerzas, huyó a Curazao.
[2] La mayoría de los negros capturados fueron ahorcados y luego descuartizados como escarmiento.
Los hacendados criollos en cambio solo fueron amonestados por el gobernador de la Torre.
García de la Torre se quejó al Consejo de Indias por los registros a viviendas particulares que realizaba la Compañía Guipuzcoana para reprimir el contrabando.