Las operaciones de secado pueden clasificarse ampliamente según que sean por lotes o continuas.
En general, el aire es calentado por vapor, pero no saturado, de modo que pueda arrastrar suficiente agua para un secado eficiente.
En este caso, cuando se calienta el aire con vapor, debe tomarse en cuenta varios aspectos, si nos situamos en la carta psicrométrica, el aire a utilizar, debe poseer una temperatura de bulbo húmedo alta, una entalpía alta, pero una humedad relativa baja.
Esto no es siempre cierto, pues es posible utilizar agua caliente, para operaciones a temperaturas suficientemente bajas.
Este tipo de secador está formado por un túnel, por el cual pasan bandejas o carretillas con el material a secar.
Dentro del túnel se hace fluir, generalmente a contracorriente, aire caliente, el cual sirve para secar los sólidos.
Este tipo de secadores son típicos del trabajo con pastas, suspensiones y soluciones.
La transferencia de calor para la desecación se logra por contacto directo entre los sólidos húmedos y los gases calientes.
La velocidad de desecación depende del contacto que se establezca entre el material mojado y las superficies calientes.