Además, no se han encontrado registros de que alguna mujer haya sido acusada bajo la sección 178.
[7][8] Cinco testigos aseveraron haber tenido interacciones de carácter sexual con Sigurjonsson, pero él negó los hechos.
Luego de un mes, la Corte Distrital de Reikiavik asumió el caso, donde Sigurjonsson siguió negando que maltrató a los pacientes del hospital, pero admitió que mantuvo relaciones sexuales con hombres durante los 18 años anteriores.
Del segundo caso solo se conserva una carta pidiendo un indulto para el acusado, quien es descrito como un hombre «idiota, que no puede aprender».
[1] En agosto de 1935, Sigurjonsson recibió un indulto por iniciativa del primer ministro islandés, Hermann Jónasson.
Esta propuesta estuvo basada en gran medida en el Código Penal danés de 1930, aunque con varias modificaciones.
Ambas secciones fueron incluidas en el capítulo 22 del Código Penal, que trataba sobre las «Violaciones a la castidad».