A raíz del cambio que se produce al dejar de lado la televisión tradicional, la televisión social crea una necesidad de interacción entre el emisor de contenido y los consumidores.
Una parte importante de esta nueva necesidad se ve satisfecha con el uso de "segundas pantallas", ya que proporciona al usuario un medio, que no interrumpe directamente a la reproducción del contenido, sino que proporciona una vía paralela, por la cual, el usuario puede pasar a ser un agente activo en la emisión de contenido o simplemente realizar otra actividad.
Varios estudios demuestran la clara tendencia del usuario a utilizar un dispositivo mientras mira la televisión.
Demuestran también, una mayor frecuencia de utilización de la tablet o teléfono inteligente cuando se está mirando la televisión (70% tabletas,68% teléfonos inteligentes), hecho que otros estudios exponen al distinguir un mayor porcentaje de comentarios o posts en redes sociales, sobre el contenido que se está visualizando.
Las aplicaciones se están volviendo una extensión natural de la programación televisiva, tanto en directo como bajo demanda.