[1] Durante ella se celebra la tamborada característica con sus orígenes a mediados del siglo XIX, que representa una forma de crítica al poder establecido.
[4] Están organizados por las diferentes cofradías y hermandades: Los primeros testimonios documentales aparecen en las ordenanzas municipales de 1859 donde se recogen disposiciones en contra del uso de los tambores durante la Semana Santa: En las procesiones se guardará por los concurrentes el orden y compostura debidos, y en todo caso se prohíbe andar por las calles con tambores, fuera de los pocos que, con permiso de la autoridad, distribuya la Hermandad del Carmen, y aún éstos irán solamente en la procesión.
También se realizan tamboradas en Viernes Santo y Domingo de Resurrección en horarios más reducidos.
La tamborada tiene un carácter crítico con el poder establecido por lo que ha encontrado diversos impedimentos en su realización a lo largo de su celebración.
Así, en 1892 hubo una serie de detenciones por practicar la tamborada, aunque fueron excarcelados ante la presión popular.