Constan de un emisor y un receptor de sonido a altas frecuencias, y si un cuerpo se acerca hace rebotar el sonido hacia el receptor.
Cuando un objeto interrumpe las ondas de sonido, refleja la señal hacia el sensor y produce la conmutación.
Durante un tiempo se aplica un voltaje de alta frecuencia en el disco, lo que le hace vibrar a la misma frecuencia y emitir el sonido, por la vibración que transmite al aire .
[1] Seguidamente el sensor deja de emitir durante un tiempo, esperando los pulsos reflejados.
Algunos sensores concretos también pueden evaluar el tiempo que tarda en devolver el sonido para saber a qué distancia se encuentra el objeto, entre 2.5 cm y 10 m según el modelo.