Su interés por la música fue desde muy pequeño, ya que tocaba batería con cacharros viejos.
Hizo sus pinitos en bares de la ciudad de Phoenix, Arizona, como bajo sextista, al lado de sus hermanos y ya en forma profesional se inició en 1989 con el grupo de los Hermanos Vega, con el cual realizó varias grabaciones y tuvo éxitos como “Corazón de Oropel”, “El Rayo de Sinaloa”, y muchos más bajo el sello Joey Records.
Se dirigía a una presentación que iba a tener esa noche y fue interceptado por un grupo de sicarios que le hicieron la parada, pero al no aceptar detenerse comenzó una persecución dándole alcance justo antes de la caseta antes mencionada.
Horas antes, el cantante había desmentido que hubiera sido víctima de un atentado, como se había rumoreado.
Desde 1992 músicos populares mexicanos han muerto a manos de sicarios del crimen organizado.