Durante la clandestinidad ingresó en el Partido Comunista de España (PCE), y tras su traslado a Cataluña, hizo lo propio en el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), referente catalán del PCE.
Colaboró en las páginas culturales del semanario comunista, Mundo Obrero.
Durante su militancia comunista discrepó abiertamente de los métodos analíticos y organizativos internos, optando en 1978 por darse de baja como militante.
Fue Premio Espejo de España en 1986 por su obra La década sorprendente.
También publicó: La oposición a la dictadura, 1939-1969; El poder está en la calle (1968), por el que tuvo que exiliarse a Francia perseguido por la dictadura; Cuba, socialismo y democracia (1973); La naturaleza del franquismo (1977); El viaje y la utopía (1985); La universidad, entre el fraude y la irregularidad (1987); y El futuro de la cultura (1988), entre otros títulos.