El primer juego fue a favor de Philadelphia con victoria del lanzador Chief Bender quien permitió un hit en ocho innings.
[3] También los Athletics ganaron el segundo encuentro en casa con marcador de 9-3, totalizando trece imparables, con Eddie Collins bateando tres hits en cuatro turnos.
[4] En la ofensiva destacó Harry Davis quien anotó tres carreras, y bateó de 3-3.
[4] No obstante, el siguiente juego Philadelphia se llevó la Serie Mundial en casa de sus oponentes con marcador de 7 a 2, siendo comandados por Coombs quien conquistó su tercer partido ganado en el montículo (segundo ante Mordecai Brown).
[4] En ruta hacia el título, los campeones utilizaron apenas dos lanzadores durante toda la serie.