Sexto Pompeyo (en latín, Sextus Pompeius o Pompaeus Sex.
F. Sex.
N.) fue un magistrado romano, hijo de Sexto Pompeyo y nieto del Sexto Pompeyo que Cicerón elogia por sus conocimientos de jurisprudencia, geometría y filosofía estoica, calificando de vir doctus.
Seguramente ejerció varias magistraturas, pero no se tienen detalles excepto de que fue cónsul el 35 a. C.,[1] junto con Lucio Cornificio, justo el mismo año que Sexto Pompeyo Magno Pío, cónsul designado para el año 34 a. C. fue muerto en Asia.
[2] Su designación como cónsul se presume que podría ser para cumplir el compromiso de los triunviros de nombrar a Sexto Pompeyo en esta magistratura.