Shahbaz Bhatti

[1]​ Su asesinato, perpetrado por militantes de Tehrik-i-Taliban, estuvo precedido de cinco fatuas pidiendo su muerte y amenazas telefónicas de decapitación.

Tales amenazas no le arredraron ni le hicieron callar: «la ley de la Blasfemia es una herramienta de violencia contra las minorías, especialmente contra los cristianos» y «me puede costar la vida, pero seguiré trabajando para modificar una ley que se usa para saldar asuntos personales».

Su muerte fue precedida por la del gobernador del Punyab, Salmaan Taseer, por idénticos motivos.

Shahbaz antes de morir declaró: “Solo busco un sitio a los pies de Jesús.

Quiero que mi vida, mi carácter y mis acciones hablen por mí, y que digan fuerte y claro que sigo a Jesucristo".El proceso de investigación para la posible beatificación ha sido autorizado por el obispo de la diócesis de Islamabad.