De origen humilde, Sheva Alomar nació en un pequeño pueblo industrial africano.
Quedó huérfana y un tío se hizo cargo de ella, llevándola a vivir con su familia.
[1] Una noche, Sheva se escapó de la casa de su tío y marchó a la ciudad donde vivía con sus padres, pero mientras atravesaba la sabana, cayó desmayada producto del cansancio y la malnutrición.
Sheva Alomar tiene el cabello oscuro, ojos castaños claros y piel morena.
Tiene tatuado "Shujaa" en el brazo, qué traducido al árabe significa "guerrero" o en suajili "hero-e".