[2][3] Shibusa es una apariencia o experiencia enriquecida y sobria de calidad intrínsecamente fina con economía de forma, línea y esfuerzo, produciendo una tranquilidad atemporal: tiene las siguientes cualidades esenciales: El color se da más a la meditación que al espectáculo.
Los objetos wabi o sabi pueden ser más severos y a veces exagerar las imperfecciones intencionalmente hasta tal punto que pueden parecer artificiales.
Los objetos Shibui no son necesariamente imperfectos o asimétricos, aunque pueden incluir estas cualidades.
Los siete elementos del shibusa son la sencillez, la implicidad, la modestia, la naturalidad, la cotidianidad, la imperfección y el silencio.
Lo cotidiano proporciona un marco, una tradición para que la obra de un artista sea una unidad y no un proceso.
Hiroshi Mizuo sostiene que los mejores ejemplos de shibusa se encuentran en las artesanías, objetos ordinarios hechos para el uso cotidiano.
[8] Crear aquí significa hacer una pieza que lleve al espectador a extraer belleza de ella para sí mismo.
[10] En la fábula empresarial The Shibumi Strategy, el autor, Matthew E. May, escribió que shibumi "ha llegado a denotar aquellas cosas que exhiben en paradoja y a la vez lo mejor de todo y de nada: simplicidad elegante.
Una percepción de cualidades, tales como la belleza tranquila, que se pueden registrar más fácilmente cuando se observan fenómenos u objetos simples, naturales y cotidianos, como un amanecer o una sencilla pieza de cerámica.
[11] A veces, el shibui puede ser registrado más fácilmente por dos personas en un estado meditativo (tranquilos en sus emociones y mentes) mientras observan el mismo fenómeno u objeto.
[14] Shibui aún mantiene este significado literal y sigue siendo el antónimo de amai (甘い), que significa "dulce".
En general, el diseño lineal produce una impresión simple y contrasta marcadamente con las formas curvas chinas importadas más tarde.
Además, el trono no siempre disponía de recursos financieros suficientes para adaptarse a los últimos estilos extravagantes; Así que hicieron de la necesidad virtud y se aferraron a las formas simples y tradicionales.
Esencialmente, el ideal estético del shibumi busca eventos, actuaciones, personas u objetos que sean bellos de una manera directa y simple, sin ser llamativos.