El tankōbon está dividido en tres partes: Ryonfu, Suworu y Recuerdos de antaño.
Su hijo utiliza el miedo que los habitantes tienen a su padre para aprovecharse de las jóvenes.
Cuando el hijo del gobernador pregunta a Chunyan si conoce las consecuencias de desafiar al gobernador esta responde que solo estaba jugando con los guardias, que al estar todos inconscientes no pueden replicar.
Chunyan, al ver a su madre tirada en el suelo, presa por la rabia, ataca al gobernador, pero este le dice que si le hace daño morirá, y con ella todos los habitantes del pueblo.
En ese momento, Muron revela ser un Amen-Osa, un inspector del gobierno central que vigila a los nobles y tiene la potestad para juzgarlos, como identificación llevan un cristal en el que flota una estrella de cinco puntas.
Finalmente Chunyan emprende junto a Muron un viaje por Koryo para revelar los crímenes de los gobernadores.
Un año atrás una nueva noble fue enviada a Suworu y se trajo consigo a un hechicero llamado Anchon, el mismo día de su llegada Anchon construyó un altar y realizó una danza que enfureció al dios del cielo y desde ese día no ha vuelto a llover en el pueblo de Suworu, solamente en el castillo, donde la noble monopoliza el cultivo de las flores de agua.
Onryon y Chunryon danzan e invocan al dios del cielo, que tiene forma de dragón, para pedirle que vuelva a llover en Suworu, pero Anchon desde el castillo le lanza un rayo mágico.
Al regresar a casa con su madre, Chunyan le cuenta que defendió ese lugar por ella, pues hace tiempo le contó que es allí donde Myonfa conoció al padre de Chunyan.