Shirley Quispe

Pozo enterró a su hijo en Amiraya y quemó el cuerpo de Shirley.

Pozo entró a la cárcel, pero fue liberado poco después.

Según algunas personas se volvió loco y deambula por Quillacollo, aunque otras fuentes dice que rehizo su vida, se casó y tiene hijos.

[1]​ Se construyó un altar en el lugar donde el cuerpo calcinado de Shirley fue encontrado.

En el altar se puede ver ropa de bebé que mujeres van a dejar para pedir por la salud de niños que están por nacer.